viernes, 17 de octubre de 2014

El trabajo colaborativo entre el profesorado como estrategia para la inclusión

Autor: Macarena Espeleta G.

Referencia
Huguet, T. (2009). El trabajo colaborativo entre el profesorado como estrategia para la inclusión. En C. Giné, D. Duran, J. Font y E. Miquel (coords), La educación inclusiva: de la exclusión a la plena participación de todo el alumnado, (pp. 81-94). Barcelona: Horsori.
Síntesis
El capítulo comienza planteando la necesidad de cambios sustanciales en las prácticas educativas para que sea posible hablar de inclusión, ya que la educación estaría construida en prácticas poco inclusivas como la especialización docente y la enseñanza a grupos homogéneos.
La autora hace referencia a la necesidad de flexibilizar las fronteras entre los diferentes profesionales para construir redes de apoyo, siendo el conocimiento especializado realmente útil cuando es compartido con los docentes. Por lo que un trabajo colaborativo debe generar estrategias para que todos los docentes puedan educar a los alumnos distintos junto con el grupo homogéneo, lo cual potenciaría la seguridad en sus propias capacidades para enseñar a este tipo de alumnos y con el apoyo de especialistas.
Luego, propone la necesidad de impulsar cambios en las instituciones educativas para ayudar a crear climas de colaboración y de organización. La autora menciona una serie de cuestiones para promover en el aula y en los centros educativos una cultura colaborativa de respeto,  compromiso, solidaridad y confianza.
En este contexto, las instituciones educativas tienen gran relevancia como ambiente potenciador de colaboración. De esta manera, la reestructuración consiste en rediseñar las estructuras escolares para beneficiar el trabajo colaborativo más eficaz entre los docentes y en comunidad, potenciando el aprendizaje en común y el perfeccionamiento continuo.
Para finalizar, la autora sugiere capacidades, actitudes y estrategias para beneficiar el trabajo compartido en el aula entre docentes de área o con el apoyo de profesores especializados.
Una de ellas consiste en trabajar con dos profesores en el aula, lo cual favorecería la inclusión y la colaboración, además de ayudar a la mejora y el cambio educativo. Lo anterior implica que en el aula se dé un contexto de conocimiento compartido sobre las diversas situaciones  y la búsqueda de soluciones alternativas para lograr los objetivos de la enseñanza en todos los alumnos independiente de cuales sean sus capacidades.
Por otro lado, la autora se refiere a la intromisión del profesor especializado en el aula. Expone que los profesionales especializados deben dejar de ser vistos como operarios que aplican técnicas en los alumnos y pasar a ser entendidos como profesionales del cambio educativo que realizan trabajo colaborativo con los docentes, enfrentándose juntos en el aula y planificando previamente en conjunto las clases para atender a la diversidad. Lo anterior, debe ocurrir en un ambiente de respeto para que el profesor se sienta apoyado y no inseguro de su labor, logrando así un clima colaborativo en donde profesor y profesional especializado aportan sus saberes y se complementan para lograr un aula inclusiva.
Otro aspecto relevante, es cómo se relaciona la colaboración con la planificación, la comunicación y la evaluación.
En cuanto a la planificación, se menciona que debe tener en cuenta a todo el grupo, prestando atención a las diferentes necesidades de los alumnos según la actividad o contenido a tratar y que tenga en cuenta si los materiales necesitan adaptaciones para que todos puedan participar. La autora detalla que aspectos deben ser tratados en la planificación colaborativa.
Respecto de las comunicaciones que se dan entre docente y alumno otorgan un mayor conocimiento respecto de las distintas necesidades de los alumnos. Son instancias que permiten observar y trabajar en estrategias para favorecer distintos procesos como el de aprendizaje y participación.
Finalmente, la evaluación conjunta de la experiencia en el aula es una importante instancia para mejorar las metodologías usadas y la colaboración, por lo que se evalúan tanto la enseñanza-aprendizaje como la relación colaborativa para ir mejorando.
Para concluir el capítulo, la autora recalca la importancia de la colaboración en la construcción de aulas inclusivas, proponiendo un contexto colaborativo en el aula y de enseñanza- aprendizaje  para todos los alumnos, con el apoyo de otros docentes o especialistas.
Comentario
La propuesta sobre trabajo colaborativo además de ser una buena estrategia para potenciar la inclusión en las escuelas, resulta muy relevante para cuestionarse el rol de los profesionales especialistas en las escuelas, como lo es el psicólogo educacional.
El que el especialista tenga una mayor incidencia en el aula y se relacione de manera estrecha con el docente de manera colaborativa tanto en la planificación de la clase como en su evaluación para potenciar la atención a la diversidad del alumnado, nos hace cuestionarnos respecto de la situación actual de estos profesionales en nuestro país, quienes muchas veces son forman un área de trabajo aparte y trabajan directamente con los niños, en lugar de relacionarse con los profesores.
De esta manera, cabe replantearse el rol de estos especialistas ya que el trabajo colaborativo parece ser más efectivo que el trabajo en paralelo que se realiza actualmente.
Citas textuales
“(…) a veces el conocimiento especializado se utiliza para justificar comportamientos de los alumnos, pero no para aprovechar el potencial educativo de los docentes y del contexto escolar” (p.83).
 “Los centros educativos que quieren mejorar su grado de inclusión, cada vez son más conscientes de la necesidad de crear contextos acogedores en los que no haya miedo a exponerse o equivocarse, en los que se pide y se presta ayuda, se expresan dudas y  malentendidos y se fomenta el entendimiento mutuo” (p.85).
 “El problema no es el alumno que no aprende o que experimenta barreras al aprendizaje; (…) el reto es que todos los profesores se impliquen en la mejora de situaciones de enseñanza para que todos los alumnos puedan participar y aprender. Esto sólo se puede hacer desde la colaboración” (p.91)
“Para construir aulas inclusivas en las que todos los alumnos puedan aprender y participar (…) es necesario crear dinámicas de colaboración entre docentes para que todos vayan tomando responsabilidades de ese proyecto y puedan participar, sea cual sea su área de conocimiento” (p.94).


                                                  Departamento de Psicología
                                                                  FACSO
                                                        Universidad de Chile

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