sábado, 30 de agosto de 2014

Enfoque multidimensional de comprensión de la discapacidad intelectual


Autor: Macarena Espeleta G.

Referencia
Asociación Americana de Discapacidades intelectuales y del Desarrollo. (2010). Discapacidad intelectual. Definición, clasificación y sistemas de apoyo. Madrid: Alianza.
Síntesis
El capítulo dos de este libro se enfoca en la proposición de un enfoque multidimensional en la comprensión de la discapacidad intelectual (DI) que consiste en concebir que la DI supone una interacción dinámica y recíproca entre habilidad intelectual, conducta adaptativa, salud, participación, contexto y apoyos individualizados.
El constructo de DI incluye dos enfoques.  El primero focalizado en las operaciones en donde se mide y observa el constructo, relacionada al diagnóstico y la clasificación, mientras que el segundo concibe al constructo en términos relacionales con otros constructos. De esta manera, el enfoque multidimensional de la Asociación Americana de Discapacidades intelectuales y del Desarrollo (AAIDD) utilizaría el segundo enfoque.
Es así, que la AAIDD realiza una distinción entre los constructos de DI y retraso mental en términos del lugar de residencia de la discapacidad. En la DI se considera a la discapacidad como el ajuste entre capacidades de la persona y su contexto. En cambio, en el retraso mental, la discapacidad se entiende como un defecto personal. No obstante, ambas son mejor definidas en relación a las limitaciones del funcionamiento humano, por lo que la definición de DI utilizada en este capítulo está enfocada a ello.
Luego, en el capítulo se presenta un marco conceptual del funcionamiento humano, el cual tiene dos componentes: cinco dimensiones (habilidades intelectuales, conducta adaptativa, salud, participación y contexto) y el rol de los apoyos. Desde la perspectiva multidimensional del funcionamiento humano, la DI supone una interacción recíproca y dinámica entre ambos componentes. Este modelo es coherente con el modelo CIF de la Organización Mundial de Salud (OMS), el cual entiende el funcionamiento humano como un concepto que incluye todas las actividades vitales. En este contexto, las limitaciones en el funcionamiento humano reciben el nombre de discapacidad.
Según lo anterior, se describen brevemente las cinco dimensiones del funcionamiento humano, las cuales serán detalladas en los próximos capítulos del libro.
Las habilidades intelectuales conciben a la inteligencia como una capacidad amplia para la comprensión del entorno, el otorgar sentido a las cosas o la toma de decisiones. Es así, que el concepto de inteligencia podría explicar el hecho de las diferencias entre los individuos respecto de sus habilidades intelectuales.
La conducta adaptativa consiste en el conjunto de habilidades conceptuales, sociales y prácticas para el funcionamiento cotidiano, destacando así la AAIDD, en este apartado, su implicancia en tres puntos claves.
En la tercera dimensión, se indaga respecto de la definición de salud partiendo de la premisa, brindada por la OMS, de que es un estado integral de bienestar físico, mental y social. Tanto los efectos de la salud como de la salud mental en el funcionamiento de personas con DI pueden ser facilitadores (si la salud en buena) o inhibidores (limitaciones en la salud)  de la DI.
La participación, relacionada con el funcionamiento del individuo en sociedad, es definida como la actuación de las personas en actividades diarias en todos los ámbitos de la vida social. Aquí se plantea su importancia y  su forma de evaluación.
La última dimensión es el contexto, el cual consiste en las condiciones interrelacionadas en las que las personas viven sus vidas, y es visto desde una perspectiva ecológica que incluye tres niveles: el microsistema, el mesosistema y el macrosistema, siendo esta variedad de entornos importantes para las personas con DI es al determinar el tipo de contexto en el cual se encuentra. A su vez, los factores contextuales contienen factores ambientales (ambiente físico, social y actitudinal) y factores personales (características individuales) que en conjunto reflejan el historial de vida completo de una persona.  
Finalmente, se sugiere el concepto de apoyos individualizados como una herramienta efectiva en el mejoramiento del funcionamiento humano, siendo los apoyos las estrategias, y recursos que pretenden promover el desarrollo, la educación, los intereses y el bienestar, mejorando así el estado de funcionamiento específico de DI. Los apoyos tienen tres bases: contextual, ecológica e igualitaria, las cuales son detalladas por separado.
Al final del capítulo se realiza un resumen, el cual enfatiza que para la comprensión de la DI se requiere un enfoque ecológico y multidimensional  que refleje la interacción individuo – entorno, indagando así en las diversas ventajas que tendría esta concepción multidimensional en lugar de la concepción de “defecto de la mente” impregnada en el término retraso mental.
Comentario
Este capítulo es bastante clarificador en términos de como la AAIDD concibe a la DI desde un enfoque multidimensional orientado a la relación del individuo con el entorno en oposición al concepto de retraso mental centrado en el individuo. Es así, que el término DI resulta útil para reconocer sus complejidades, sus características, el marco ecológico para los apoyos y para reconocer su presencia en términos de su interacción recíproca y dinámica entre los dos componentes del funcionamiento humano. No obstante, el constructo de DI conlleva el riesgo de la clasificación, la cual puede resultar en discriminación respecto de aquellos que tendrían un funcionamiento “normal”, perjudicando a su vez la inclusión al catalogar a estas personas como limitadas, potenciando más bien su integración.
Citas textuales
“El término retraso mental hacía referencia a una condición interna del individuo (…); la DI hace referencia a un estado de funcionamiento, y no a una condición” (p.42).
“Utilizamos una definición constitutiva de DI que la define en términos de limitaciones en el funcionamiento humano, conceptualizada la discapacidad desde una perspectiva ecológica y multidimensional” (p.42).
“Según este modelo (CIF), el término funcionamiento humano es un término que abarca todas las actividades vitales e incluye estructuras y funciones corporales, actividades individuales y participación, en lo cual influyen a su vez la propia salud y factores contextuales o ambientales” (p.43)
“La discapacidad intelectual hace referencia un estado de funcionamiento específico que comienza en la infancia, es multidimensional y se ve afectado positivamente por los apoyos individualizados” (p.49).


Departamento de Psicología
FACSO
Universidad de Chile


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