domingo, 31 de agosto de 2014

Acerca de la psicología y la pedagogía de la defectividad infantil



Autor: Sofía Fuentes G.

Referencia
Vygotski,L. Acerca de la psicología y la pedagogía de la defectividad infantil. En su: Obras Escogidas. Rusia, Academia de Ciencias Pedagógicas de la URSS, 1924. pp. 73-95.
Síntesis
El autor comienza el capítulo afirmando que todo defecto orgánico, ya sea ceguera, sordera o deficiencia intelectual, se  ha planteado siempre desde la biología, como también lo ha hecho su solución, sin considerar lo verdaderamente fundamental, el problema social que deriva de tal deficiencia. Por ende, el autor plantea que la pedagogía no debe enfocarse tanto en suplir la deficiencia, sino que debe, por sobre todo, insertar al niño en el mundo social.

Para lograr lo anterior, es necesario en primer lugar, derribar ciertas creencias, como lo es la idea de que las personas con alguna deficiencia corporal son capaces de suplirla, gracias a que la naturaleza los dotó de un desarrollo superior a lo normal en algún otro aspecto corporal. Se ha podido comprobar que en tales personas, las funciones del resto de los órganos son completamente normales, lo que los diferencia, es que al no funcionar correctamente uno de los órganos de la percepción, el resto toma su lugar y cumple funciones que normalmente no realizaban. Por ende, el excelente tacto en los ciegos y la excepcional vista en los sordos se explican, por el empleo prolongado de dichos órganos para fines distintos a los de las personas normales.

Por ende, el aprendizaje del ciego y del sordo solo se diferencia del aprendizaje del niño normal por el órgano de percepción utilizado, por lo que la reacción obtenida y el mecanismo de formación de la misma, son iguales en todos los casos. Es así como desde el punto de vista psicológico y pedagógico, la conducta del ciego y del sordo es completamente equiparable a la del niño normal, como también lo es el proceso educativo.

Para sentar las bases de una pedagogía igualitaria, es necesario dejar de lado la consideración de que quienes poseen una deficiencia corporal se encuentran enfermos, es necesario observar que por ejemplo la ceguera para el niño ciego no es algo patológico ni anormal, sino que el niño llega a percibirlo como anormal cuando la experiencia social le refleja tal consideración. Para el autor, el único camino que permite solucionar tal problemática es el de una pedagogía social del niño deficiente, basada en métodos de compensaciones sociales de su deficiencia, donde lo importante no es tanto la vía por la cual el niño aprende, sino que independiente de ésta, el niño puede aprender. Sólo así los niños deficientes no se experimentarán como tal.  

En base a lo anterior,  se hace necesario romper con la idea de una escuela especial, ya que ésta solo esta generando antisociabilidad al alejar al niño de su entorno social,  si bien se deben mantener ciertos elementos, es importante que el niño aprenda en una escuela común, la cual le entregará los elementos necesarios para desenvolverse de la mejor manera posible en su entorno.

Para el autor, uno de los elementos más importantes que la escuela le debe entregar a un ciego, son las herramientas para poder desenvolverse de la mejor manera posible en el mundo laboral y en la vida social. Por otro lado, en el caso del sordomudo, la escuela debe poner especial énfasis en devolverle el habla, para que así pueda establecer nexos sociales, además de permitirle desarrollar la conciencia, pensamiento y autoconciencia. Con la entrega de tales elementos, lo que la pedagogía busca es, en última instancia, que se termine de ver a la ceguera o sordera como un defecto, y así finalmente, superar la idea de insuficiencia.
Comentario
La propuesta de una pedagogía social del niño “deficiente”, planteada por Vygotski, permite pensar y sentar las bases de una educación mucho más inclusiva, en especial, para los niños que presentan una manera distinta de percibir la información entregada por su entorno. Además, permite considerar el rol tan importante que posee la educación en el posterior desenvolvimiento de tales niños en el mundo laboral, y en definitiva, su desarrollo e inclusión en la vida social.
Citas textuales

“La deficiencia corporal provoca, en adelante, una orientación social absolutamente particular comparada con la de la persona normal” (p.2)

“Es preciso plantear y comprender el problema de la defectividad infantil, en la psicología y la pedagogía, como un problema social, porque su momento social, anteriormente no observado y considerado por lo común como secundario, resulta en realidad ser fundamental y prioritario” (p.3)

“(…) la esencia psicológica de la formación de reacciones condicionadas en el ciego (…) y en el sordo (…) es exactamente la misma que en el niño normal, y, por consiguiente, también la naturaleza del proceso educativo de los niños deficientes, en lo fundamental, es la misma que cuando se trata de niños normales.” (p.5)

“La educación social vencerá la defectividad.” (p.11)

“La compensación biológica debe ser sustituida por la idea de la compensación social del defecto. La psique, sobre todo la razón, es sobre todo una función de la vida social. El puro estímulo de la luz no es la realidad completa; la interpretación que se le da por medio de la actividad social y el pensamiento le confiere toda la riqueza de su significado, según la idea de J. Dewey (1907)”   (p.12)

“(…) la escuela especial crea una ruptura sistemática del contacto con el ambiente normal, aísla al ciego y lo sitúa en un microcosmos estrecho y cerrado donde todo esta adaptado al defecto (…) donde todo se lo recuerda.” (p.13)

“Por supuesto que ciertos elementos de la enseñanza y la educación especiales deben conservarse en la escuela especial o introducirse en la escuela común.” (p.14)

“La participación en la vida activa y laboral debe iniciarse en la escuela; sobre esa base debe ser construido todo lo demás” (p.20)

                                                                        


                                                                Departamento de Psicología 
                                                                           FACSO
                                                                Universidad de Chile


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