Teniendo en
cuenta lo comentado en los posts anteriores respecto a la importancia del juego
y a la necesidad de cambiar el foco del aprendizaje en la educación actual, el
juego cobra relevancia en el ámbito educativo.
El juego
educativo se puede entender como aquel juego que tiene un objetivo educativo
implícito o explícito para que los niños aprendan algo específico de manera lúdica,
siendo especialmente enfocado a niños más pequeños para quienes es más
atractivo aprender jugando que escuchando al profesor como lo hacen los alumnos
más grandes. De esta manera, es un método de enseñanza para enseñar los
contenidos escolares prestando atención a la diversidad de los niños y sus
ritmos de aprendizaje. El juego simbólico (juego espontáneo sin objetivo
educativo) puede transformarse en educativo si es diseñado para que se
ejerciten o aprendan contenidos educativos.
Los juegos son
importantes en el aula en la medida que aportar una nueva forma de adquirir el
aprendizaje, además de entregar descanso y recreación al estudiante. El juego
permite interesar a los estudiantes y los docentes pueden sacar partido de ello
realizando juegos que se adecúen a los intereses, necesidades, expectativas,
ritmos de aprendizaje y edad de los alumnos.
Para Electa
y Torres (2007), los niños no están preparados ni les gusta oír durante largo
tiempo las explicaciones del profesor, por lo que tiende a distraerse, molestar
a sus compañeros, dormirse, etc, por lo que las clases expositivas que
enfatizan en el entregar contenido no resultan con muy buenos resultados,
dejando más bien a los profesores exhaustos tratando de que los niños lo
escuchen y los niños aburridos ya que no les es atractivo como lo es jugar por
ejemplo. Es por esto, que el juego brindaría descanso y relajación equilibrando
las actividades mentales con las físicas.
Entonces, el
introducir los juegos educativos en las actividades del aula se favorece la
construcción del conocimiento y el aprendizaje adquirido es más significativo (Electa
y Torres, 2007). Estas autoras, como
resultado final de su tesis concluyeron que el juego como estrategia de
aprendizaje en el aula permitió a los profesores una herramienta para mejorar
sus clases, escapando de las actividades rutinarias y poco incentivadoras,
dando paso a más clases divertidas y atractivas para los estudiantes sin
descuidar el trasfondo pedagógico aplicable al currículo, siendo el juego
educativo un generador de aprendizajes significativos ajustados a las
necesidades, intereses, ritmo y edad de los alumnos permitiendo que aprendan
disfrutando del este proceso. Estas autoras en su tesis plantean varios tipos
de juegos educativos, por lo que les dejaremos el link para quienes quieran
indagar en la materia.
Además, se pueden
encontrar microjuegos educativos en el link de a continuación, estos microjuegos
consisten en actividades lúdicas que tienen por objetivo estimular el
desarrollo evolutivo del niño preescolar, siendo juegos didácticos pensados
para enseñar y estimular aspectos del desarrollo evolutivo.
Referencias
M,
Electa y Torres, C. (2007). El juego como
estrategia de aprendizaje en el aula. (Tesis). Universidad de los Andes. Venezuela.
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