sábado, 27 de septiembre de 2014

Cómo poner en práctica las decisiones curriculares



Autor: Macarena Espeleta G.

Referencia
Ferguson, D., y Jeanchild, L. (1999). Cómo poner en práctica las decisiones curriculares. En S. Stainback y W. Stainback, Aulas inclusivas: Un nuevo modo de enfocar y vivir el currículo (pp. 179-194). Madrid: Narcea.
Síntesis
Las autoras se centran en el modo de enseñar destacando que tiene igual relevancia que el contenido de lo que se enseña. Se enmarcan en el contexto de entender al aula desde una perspectiva inclusiva, al estar inserto su texto como un capítulo de un libro dirigido a esta temática.
De esta manera, en este capítulo van a desarrollar el currículo de la enseñanza que es igualitario para todos los alumnos. Luego, en base a esto, mencionan que para que los resultados sean iguales, la forma de enseñanza debe ser diferente según la capacidad de los estudiantes. Finalmente, presentan ideas para una enseñanza adecuada en grupos heterogéneos, ante el problema que tienen los maestros de elegir entre las posibles opciones de implementar el currículo (detalladas en la tabla 1) para lograr una enseñanza eficaz para todos los alumnos sin abrumarse.
El todos los alumnos hace referencia a que la enseñanza es para todos independiente de sus capacidades o discapacidades, asistiendo al colegio toda la diversidad de estudiantes que vivan en sus proximidades.
A su vez, las autoras plantean que la enseñanza es igual para todos los alumnos pese a lo diferente que puedan ser. En cuanto a los resultados de la enseñanza, el objetivo de las escuelas es que sus alumnos sean miembros activos de su comunidad. Esto implica que todo aquello que realice el alumno en la escuela debe ser aplicable a su vida cotidiana. Además, el aprendizaje debe reforzar las imágenes sociales de los alumnos. 
Asimismo, las autoras se refieren al proceso de enseñar, el cual se correspondería con el proceso de aprendizaje. Aprender implica entender el significado de lo que se aprende y poder relacionarlo con los conocimientos y experiencias previas. En el modo de aprender influyen varios factores, entre ellos los recursos didácticos que deben utilizar los maestros (detallados en la tabla 2) para obtener un aprendizaje completo y utilizable.
Pese a que la enseñanza sea igual para todos, las autoras aluden a una enseñanza diferenciada que se adapte a las necesidades individuales, siendo estructurada de manera diferente para cada alumno. Por lo que los maestros deben tener en cuenta el estilo de aprendizaje individual y adaptarse constantemente al contexto y a la diversidad de los alumnos. A su vez, es importante el proyecto curricular para cada alumno, en donde todos los alumnos pueden dominarlo aunque sea de distinta manera, unos con facilidad para dominar el currículo, algunos con mayor necesidad de apoyo del profesorado y otros que requerirán distintas técnicas por parte del maestro.
En consecuencia a lo expuesto, las autoras brindan reglas y estrategias para la enseñanza en un grupo heterogéneo.
Si bien para enseñar destrezas o procedimientos concretos es mucho más efectivo un grupo homogéneo, para enseñar otras cosas como conceptos básicos o la resolución de problemas es más eficaz un grupo heterogéneo estructurado minuciosamente.
De esta forma, proponen tres reglas para estructurar las diferencias de los alumnos poniendo en práctica el currículo en un grupo más heterogéneo. También dan trucos para utilizar dichas reglas con mayor eficacia.
La primera regla es maximizar la variedad de los alumnos, la cual incluye decidir a qué alumnos se puede agrupar, teniendo en cuenta a los alumnos con características dispares y procurando mezclar todo tipo de características.
La segunda regla es maximizar la interdependencia positiva que consiste en estructurar las experiencias de aprendizaje para que promuevan sus habilidades para asimilar los contenidos, trabajar en equipo y establecer relaciones recíprocas, por lo que el maestro organiza el aprendizaje para crear interdependencia entre los alumnos.
La última regla es maximizar los logros individuales, la cual se enfoca en capacitar a los alumnos para que dominen los contenidos de la enseñanza.
Este capítulo, finaliza con una conclusión de las autoras exponiendo que tradicionalmente a los alumnos con capacidades diferentes solían ser estigmatizados y aislados. Ante esto, plantean una enseñanza para todos independiente de sus diferencias, en donde el objetivo de la escolarización es el mismo para todos y el proceso docente es equivalente en su contenido, variando su forma para acomodarse a las diferentes necesidades. Ofreciendo finalmente reglas y trucos, para la enseñanza en grupos heterogéneos para todos los tipos de alumnos.
De esta manera, las autoras establecen que las diferencias además de tener un sentido positivo y de ser necesarias, pueden utilizarse para reforzar el aprendizaje de los alumnos acorde a sus necesidades.
Comentario
En este capítulo, se puede evidenciar que la inclusión educativa se relaciona más con la capacitación de las escuelas y docentes para atender a la diversidad, más que con el integrar a personas con capacidades diferentes. A su vez, enmarca a la enseñanza inclusiva en una perspectiva en donde la educación es para todos, haciéndose cargo y promoviendo las oportunidades de todos, independiente de la diferencia de sus capacidades, pero a su vez, teniendo en cuenta las diferencias para reforzar los aprendizajes individuales, respondiendo así a las necesidades de todos los alumnos.
Citas textuales
“Las escuelas deben contribuir a que todos los alumnos se impliquen socialmente, a que participen activamente de la vida en comunidad” (p.181).
“Aunque el proceso de enseñanza sea igual para todos los alumnos, debe estructurarse de forma diferente para cada uno de ellos (p, 185).
“(Los maestros) deben asumir la heterogeneidad y tratar de estructurar las diferencias entre los alumnos” (p.187)
 “El fin supremo de la enseñanza en grupo heterogéneo consiste en utilizar las diferencias de los alumnos para reforzar el aprendizaje de cada uno dentro del grupo” (p.191).
“La cuestión no estriba en que las escuelas puedan incluir a todos los alumnos a pesar de sus diferentes capacidades o discapacidades, sino en que pueden reforzar el aprendizaje de cada alumno a causa de sus diferencias” (p.195).

                                                                       

                                             Departamento de Psicología 
                                                            FACSO
                                                  Universidad de Chile

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