domingo, 28 de septiembre de 2014

Consideración de otras posibilidades: La escuela extraordinaria

Autor: Javiera navarro Cabañas.

Referencia
Slee, R (2012). La escuela extraordinaria: Exclusión, escolarización y educación inclusiva. Madrid: Ediciones Morata, S.L.
Síntesis
El autor inicia su discurso planteando la relevancia que tiene la educación en el futuro de los niños, niñas y jóvenes. En este sentido, señala que la escolarización en la cual se ven envueltos fomenta la competencia, dejando de lado el sentido de comunidad. Junto con ello, las diferencias que pueden llegar a presentar los estudiantes son entendidas como factores que influyen en el fracaso y el desinterés escolar, además de ser atribuidos como defectos de dichos actores, generando así una abismante segregación. Se define a la educación inclusiva, entonces, como una lucha constante contra la exclusión y la opresión. Es en base a esto, que el autor propone ejemplos de escolarización extraordinaria para enfocar el futuro de la educación inclusiva:
1.      Reformulando el campo: en este sentido, el autor plantea romper con los antiguos paradigmas de la “educación especial”, la cual se centra en la premisa de que son los individuos quienes presentan los defectos que no le permiten desenvolverse de la forma esperada en el sistema educativo. Argumenta que es necesario reformular el campo para apartarse de los ideales neoliberales que fomentan el individualismo competitivo. La educación inclusiva debe enfocarse en las estructuras, las políticas y las prácticas de escolarización que crean estudiantes marginados y de difícil control.
2.      Enderezar el lenguaje: en el texto se define el lenguaje como una herramienta de construcción de realidad, es en este sentido que el autor argumenta que es necesario cuestionar los conceptos que se utilizan actualmente en las escuelas (“aula de inclusión”, “aulas de pensamiento responsable”, etc.), ya que éstos, definidos como eufemismos, insultan la inteligencia de los estudiantes.
3.      Investigar para la inclusión: respecto a esto, se fundamenta que la investigación en el campo es fundamental para entender las estructuras y características de la exclusión, y así encontrar la forma de superar sus nocivas consecuencias.
4.      Revisar la educación: la educación inclusiva plantea una visión de la educación democrática, en donde el sentido de comunidad juega un rol importante. Es necesario, entonces, reformular los supuestos neoliberales que rigen la educación con el fin de otorgarle un nuevo sentido, en donde la construcción de comunidad y la educación democrática sean los principales fundamentos.
Finalmente, se plantean distintas tareas con el fin de lograr una efectiva implementación de una educación inclusiva. En primer lugar, se encuentra la tarea restauradora, la cual se centra en restablecer la confianza en el modelo educativo, generando el diálogo entre los distintos actores que participan en educación, para una representación directa de todas las opiniones en lo que respecta a las políticas públicas de inclusión. En segundo lugar, la tarea analítica, plantea un análisis de la educación inclusiva actual, en donde se cuestionen los principios que la rigen. Es así como se señala que las investigaciones deben construirse en torno al cambio en la arquitectura de la escolaridad, preguntándose el cómo pueden innovar las escuelas. En tercer lugar, la tarea política, la cual debe comprometerse en la articulación del fracaso escolar, dejando de lado la preocupación por el rendimiento en pruebas estándares y centrado, mayormente, en los contenidos. Para ello, es importante la participación de todos los actores en los procesos políticos. Otra tarea, la educativa, plantea que la educación inclusiva debe incorporarse como estrategia y como objetivo en la reforma educacional. Además, la escuela debe facilitar una educación democrática rompiendo con el individualismo del modelo neoliberal. Finalmente, la tarea de los valores, tiene dos aristas, por un lado, restablecer el valor de quienes han sido desvalorados en las escuelas. Y por otro, el marco valórico que poseen las escuelas, el cual debe ser incluido en su curriculum, en la pedagogía, en la evaluación y la organización, siempre enfocados en los principios de una educación inclusiva.
Comentario
En general, lo planteado en el texto sigue la línea de lo que se busca en la reforma de la educación inclusiva, siempre desde una mirada crítica. Creo necesario implementar lo recomendado en texto, haciendo una revisión desde las bases, y desde ahí comenzar a levantar todos los cambios que implica el acabar con la educación que genera exclusión y segregación.
Citas textuales
“La escolaridad equipa a los niños para el progreso individual, mientras la comunidad se queda fuera” (p.220)
 “(…) otorgamos títulos de defectos a estos niños” (p.220)
“El futuro de la educación inclusiva será (…) una lucha contra la exclusión y la opresión” (p.221)
“Hace falta una reformulación del campo para apartarse de la imaginación educativa neoliberal y de los valores del individualismo competitivo. A este respecto, debe dirigir el foco interrogador hacia las estructuras, las políticas y las prácticas de escolarización que crean poblaciones excedentes de estudiantes difíciles de controlar” (p. 226)
“Nuestros eufemismos siguen siendo insultos a la inteligencia de los menores” (p.227).
“(…) investigación para estudiar la compleja estructura y las propiedades de la exclusión, así como las formas de superar sus nocivas influencias” (p.228).
“La educación inclusiva facilita una visión diferente de la educación en cuanto aprendizaje democrático para construir comunidades sostenibles” (p.230)
“El objetivo era sentar a la mesa a todas las partes, facilitar un foro respetuoso para la representación directa de todas las voces del sistema y establecer una política para el futuro” (p.241)
“La investigación debe construirse en torno a un principio de cambio en la arquitectura de la escolaridad (…) preguntándonos cómo pueden innovar las escuelas para mantener a sus estudiantes” (p.243)
“Los planificadores de la política deben modificar sus ideas acerca de que el mayor rendimiento en las pruebas de lectoescritura y aritmética funcionales constituyen la medida del rendimiento de la escolaridad” (p.244)

“(…) conseguir que los docentes, los padres y los estudiantes participaran en los procesos políticos” (p.244)
“En pocas palabras, estoy proponiendo que la escuela debe ejemplificar y ser un bloque de construcción de la mejora social, sin aceptar la desigualdad y la injusticia como algo natural ni como un bien social” (p.246)

                                             Departamento de Psicología 
                                                            FACSO
                                                  Universidad de Chile

“Evaluación educativa para la justicia social”

Autor: Sofía Fuentes G.


Referencia
Murillo, J., Román, M. y Hernández, R. (2011). Evaluación educativa para la justicia social. Revista Iberoamericana de Evaluación Educativa, 4, 7-23.
Síntesis
Los autores inician el texto indicando la necesidad de establecer en nuestra sociedad una educación justa, y que contribuya a lograr una Justicia Social capaz de eliminar la desigualdad, marginación y exclusión de los segmentos más vulnerables de nuestra población. En pos de lo anterior, se le otorga un papel esencial a la evaluación, como herramienta capaz de indicar los elementos requeridos por las escuelas para educar desde y para una Justicia Social, además de señalar el camino que debe ser recorrido por la educación para alcanzar una sociedad inclusiva, democrática e igualitaria.

Para los autores, el término de Justicia Social tiene a la base tres conceptos: Distribución, Reconocimiento y Participación. El primer concepto hace referencia a que las sociedades deben asegurar que todos los sujetos sean capaces de alcanzar los funcionamientos básicos que le permitan participar en ella. El segundo hace referencia al reconocimiento de los grupos identificados como diferentes, implicando una visibilidad de sus perspectivas y características. Finalmente, el tercer concepto hace alusión al derecho de todo individuo de participar en cualquier ámbito público.

Para lograr alcanzar una verdadera Justicia Social, los autores indican que se requiere de una educación ya no orientada por las lógicas de Mercado, para así llegar a ser un derecho ejercido por todo niño en formación. Para ello, la educación debe ser capaz de cumplir con tres principios básicos, que van en la misma línea de los tres conceptos constitutivos de la Justicia Social anteriormente descritos: Calidad alta y justa distribución, Reconocimiento e identidad y Plena participación.

 La educación desde esta perspectiva, debe lograr desarrollar ciudadanos libres, autónomos, democráticos, tolerantes, dispuestos a trabajar por una sociedad justa, para lo cual se debe fortalecer en ellos las capacidades y habilidades que les permitirán desempeñarse en lo que han elegido. Por ende, los autores indican que es de vital importancia que las escuelas, docentes y directivos sean capaces de confiar plenamente en las capacidades de sus estudiantes, y ser responsables de lo que ellos logran. En este sentido, la evaluación educativa puede ser una herramienta que facilite alcanzar tales objetivos, siendo justa y dando cuenta de la presencia o ausencia de Justicia Social en la educación.

Para que una evaluación sea justa, debe tener en cuanta la diversidad presente en el grupo de estudiantes evaluados, para así poder emitir juicios válidos con respecto de lo que se ha logrado en el proceso educativo, como también de los factores y condiciones que lo explican. La evaluación debe evidenciar que la educación esté logrando un desarrollo integral en sus estudiantes, además de dar cuenta en qué grado  los estudiantes están siendo verdaderos agentes de cambio social. Por otro lado, se debe evaluar en qué medida la escuela está promoviendo la participación de la comunidad, debido a la importancia que ésta posee en la formación de sus ciudadanos. También se debe evaluar el desempeño de los estudiantes teniendo en consideración el contexto en el cual se esta llevando a cabo el proceso educativo, para articular y atender las necesidades de cada niño.

Por otro lado, los autores plantean que para que una evaluación de cuenta de en qué grado se esta trabajando en contra de la desigualdad presente en los sistemas educativos, se debe evaluar la presencia de ciertos elementos, tales como: verificar la universalidad e igualdad en el acceso a la educación, dar cuenta de la heterogeneidad social y cultural de los estudiantes en escuelas y entre escuelas, evaluar la calidad del proceso de enseñanza y aprendizaje en el aula, informar respecto de las condiciones y recursos para aprender, evaluar la participación de los estudiantes, la familia y comunidad en la escuela, entre otros. Para los autores, estos elementos permitirían dar cuenta de en qué medida se esta trabajando en pos de una sociedad justa, en la cual el sistema educativo sea capaz de generar igualdad de oportunidades y ser un motor de movilidad social para todos.

Al finalizar el texto, los autores evidencian la dificultad de ponerse de acuerdo en aspectos tan vitales como la calidad educativa o la definición de justicia. Pero afirman que aún siendo complejo el escenario actual, es necesario demandar por una educación que forme ciudadanos libres, autónomos, democráticos y tolerantes.
Comentario
El modelo de educación y evaluación propuesto por los autores, hace posible pensar en la posibilidad de lograr una educación capaz de alcanzar altos niveles de inclusividad, a partir de una educación en la cual no se  intente tanto homogeneizar, sino más bien ser capaz de considerar y trabajar desde la heterogeneidad presente en las escuelas.  Lo anterior, sólo será posible gracias a la implementación de una educación y evaluación justas, las cuales, como ha sido posible observar, son un paso fundamental para alcanzar una sociedad democrática e igualitaria.
Citas textuales

“La evaluación es, sin duda, un componente clave no sólo para acompañar y dar cuenta de logros y aciertos en los propósitos y caminos elegidos, sino que además debe orientar e iluminar el sentido y metas que han de envolver y caracterizar a la educación.” (p.8)

“La búsqueda de una Justicia Social que oriente y promueva sociedades cohesionadas, igualitarias e inclusivas, con sistemas, instituciones y mecanismos que aseguren el acceso a ciertos bienes primarios, la plena participación, la adquisición y desarrollo de capacidades y la libertad de los sujetos para optar y concretar un estilo o forma de vida, se fundamenta en una educación que sea el soporte y el aval de tal realización.” (p.11)

“Hablamos de una perspectiva evaluativa capaz de hacer emerger lo diverso y distinto de los estudiantes para, desde allí, emitir juicios válidos y pertinentes respecto de lo que ellos logran en su proceso  educativo, tanto como de los factores o condiciones que lo explican.”(p.14)


                                                             Departamento de Psicología
                                                                          FACSO
                                                                  Universidad de Chile